Esto es otra cosa. La verdad que la ciudad de Sihanouk Ville no la hemos visto. Llegamos a la estación de autobuses y cada uno montado en una moto-taxi, que lleva tu mochila el frente, el conductor y tú… nos llevaron a la costa, justo en la playa es donde esta la zona turística. Todos las casas de invitados, hoteles y resorts. Unos cuantos chiringuitos que abren desde por la mañana a la noche, a la orilla de la playa e improvisados supermercados que venden todo en dólares, que sale más a cuenta.
La de enfrente es una playa que no se cuida demasiado, que se llena de turistas tumbados en las hamacas de los chiringuitos bebiendo desde primeras horas del día, de camboyanos vendiendo fruta, comida, pulseras, masajes e incluso servicios de manicura, pedicura y depilación a pie de playa. Una mezcla un poco complicada que convive con gente pidiendo, tour por las islas y demás servicios que puedan dar dinero. Es poner un pie en la playa y tienes 5 personas rodeándote, cada una te vende su historia, y las promesas de volver mañana se sellan con un cruce de meñiques.
Si andas un kilómetro encuentras la misma playa poco cuidada, pero sin gente, sin negocios, pero con edificios a medio construir. Y si cruzas el puente, que aparenta llevar ahí más tiempo que el propio mar, llegas a otra playa, mucho más tranquila, mucho más limpia y que llama más la atención, aunque lleve su tiempo llegar.
Por las noches siempre puedes encontrar copas gratis, porque la poca gente que anda por esta zona no llega para llenar todos los que hay… así, que ofrecen incentivos para que la gente vaya a ellos. Pero cada noche puedes encontrar algún lugar al que ir.
Ya sabíamos que esta no es la mejor época para visitar el sureste asiático, ya que estamos en época de lluvia… pero después de cinco días sin ver el sol, y con lluvias torrenciales entendemos porque la gente se dedica a beber… puedes salir a pasear unos 20 minutos al día, lo demás es ver llover y de playa hemos disfrutado un día, lo demás es hacer planes para el día que no llueva!!! Y cuando al fin lo consigues, un día seco… tan solo necesitas el bañador!!! Menos mal que al final Sihanouk nos ha despedido como nos recibió, con unos días despejados y secos.
Eso se merece una despedida como Dios manda… ¿unas cervecitas en la playa, con unas cigalas y unos calamares a la brasa? Por qué no, total no sabemos si volveremos a Camboya alguna vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario