lunes, 31 de mayo de 2010

Días 161 al 175: del 16 al 30 de Mayo

¿Cómo suena no tener nada que hacer excepto mirar como cae una lima de un árbol? ¿Sentarse a escuchar los pájaros con una cerveza fresca en la mano y sin obligaciones?
Así es como define su vida Mike, nuestro nuevo anfitrión… aunque nosotros sí que hemos tenido que trabajar.
Estamos en El Arish, a unos kilómetros de Mission Beach. Llegamos el 16 de Mayo, y la intención es quedarse dos semanas…

La casa esta en mitad del “Rain Forest” pero hemos llegado en la temporada seca, así que en vez de llover todos los días, diluvia solo un par de veces por semana. Estamos en mitad de una selva, a unos 28ºC, donde no oyes mas que cantos de pájaros y cada sonido hace que estés alerta después de que lo primero que nos dijera fue las serpientes, arañas y demás animales… serpientes vimos una en una excursión que hicimos al parque nacional, canguros hemos visto dentro de las tierras de este hombre, arañas… del tamaño de una mano, hemos perdido la cuenta, nos queda ver los casowarries que son como avestruces pero con un hueso en la cabeza… casi mejor no verlas, parece ser que se ponen un poco agresivas.

Mike es un americano que se caso con una australiana, puso un restaurante y hace unos 20 años que lo vendió, se separo y se mudo a Mission Beach a cobrar el seguro que le cubre el cáncer de caderas, que tiene claro lo dejara en silla de ruedas en unos 10 años… una vida dura, tomada con humor (a veces del malo…) que se “endulza” con alcohol y juego… cada uno decide cómo se lo quiere tomar! Pero eso explica porque recurre a lo de los helpex… la mayoría de las cosas no las puede hacer… pero coge una cervecilla y se sube en el tractor-corta césped y se recorre los 40 acres!!! Es para verlo!
La casa es una nave, con suelo de hormigón, y dos puertas correderas, una a cada lado, la nave central tiene una mesa de billar, una tumbona y la tele, a un lado esta la cocina y al fondo el baño, tiene una habitación de invitados dentro, y su habitación fuera (eso no consigo entenderlo). En la parte de atrás, al aire libre tiene la chimenea, y ahí es donde pasa su día hasta que los mosquitos se lo permiten.
Nosotros dormimos en una caravana que tiene a un lado de la casa, y nuestro baño y nuestra ducha están fuera de la casa, a unos 200 metros de la caravana. La ducha tiene una puerta de esas del oeste, que por supuesto no llega al suelo, la ventana no se cierra del todo… el cagadero solo tiene dos paredes y una puerta, así que cuando te sientas tienes unas magnificas vistas a la naturaleza… sin necesidad de cristales… Al lado de esto tiene una habitación donde esta el frigo (para recorrer el kilómetro que le ha recomendado el médico) y la lavadora… todo abierto a la naturaleza, y por consiguiente a los animales…
Eso explica que las arañas aniden en las paredes de la ducha y que la bañera tenga más cagadas de rata de las que he visto en toda mi vida. Y creo que entenderéis que en mitad de la noche no íbamos a ir al baño… total esta más cerca la puerta de la caravana… y da menos cague.
Es uno de esos sitios de los que saldrías corriendo, pero al no tener coche… correr 9 kilómetros para llegar al sitio más cercano, como que no, así que al final te acostumbras a la mierda y a vivir en ella, pero nos podemos duchar cada día (que para eso nos tiramos los 2 primeros días pintando, para tapar la mierda)… aunque si abres el grifo del lavabo siempre sale una rana… o dos!!!
El trabajo básicamente es mantener los 40 acres en condiciones (ya que la idea es montar un camping y una escuela de cocina para minusválidos, esta totalmente diseñado para gente en silla de ruedas). Pero a parte de podar, cortar el césped, cortar madera pasa por plantar arbolitos que Mike cambia por comida o por lo que considera oportuno… en la casa, las limas, frutas de la pasión, guavas, pimienta, vainilla, curry, chiles, clavos, canela esta alrededor, solo sales y los coges… aunque con las limas, los chiles y las frutas de la pasión se hace trueque en los mercados, tiene colmenas y a cambio de la mitad de su miel los que las cuidan le dan miel todo el año… hemos visto frutas que ni siquiera me imaginaba que existían… incluso tiene algo parecido a las chirimoyas. Y hemos tenido la oportunidad de probar “miracle fruit” (fruta del milagro), consigue que una lima sea un caramelo en tu boca… el efecto dura unos 30 minutos, pero todo lo que pruebas después de ella es dulce… tenemos fotos de todo, jajaja.

La verdad que es un sitio entretenido, hemos tenido extracción de miel, aunque no había miel… (pero tengo unas fotos de Jorge con su traje, en primera línea de fuego y disfrutando de las enseñanzas), hemos estado de pesca aunque no hemos pescado (es que eso de pescar sin cebo es nuevo para mi…), hemos desayunado canguro, hemos visto puestas de sol y nos hemos levantado al amanecer… Que aquí para ahorrar no cambian la hora, si no que se levantan al amanecer y al anochecer a dormir!! (a las 7 en la cama, ni cuando éramos crios!!).
Ah! Y hemos ido viajando por Asía, porque este hombre intenta duplicar la comida asiática, y experimenta con todo el que viene… lo comprobaremos en breve…

Nuestro último día paso por el mercado mensual “Moster Market”, donde a parte de disfrutar de la comida recibimos un tarrito de miel (es lo que tiene meterse en el mundo del trueque)… y de ahí hicimos una caminata hasta Lacey creek, donde Jorge disfruto como un enano…

Ha habido momentos de todos… miedo, diversión, irritación, creatividad, cansancio. Pero lo hemos conseguido, hemos pasado nuestro periodo de woofing.

Días 158 al 160: del 13 al 15 de Mayo

Al final nos hemos ahorrado una pasta viajando en tren en vez de en autobús, han sido unas cuantas horas (22 horas, hacía un tiempo ya que no hacíamos esto)… pero es un experiencia diferente, la mayoría de la gente eran aborígenes (aunque no iban vestidos como tales, lo siento Marcos), y entre los que, como no, había más de un pinta…

Menuda noche, cuando la chica que le pidió el plátano a Jorge se dedico, a eso de las 2 de la mañana, a decirnos nuestros derechos por el retraso del tren. Historias para no dormir…
Llegamos a Townsville, y lo siguiente que recuerdo es una fuentecilla de calamares, tiernos, buenísimos… como podéis imaginar esto no trae nada malo detrás.
Townsville es casi una ciudad fantasma, es super tranquila (aunque tiene de todo), excepto si sales un viernes por la noche, que todas las terrazas, bares, restaurantes y demás están a reventar… una ciudad interesante. Con unos 300.000 habitantes y unos 30 kilómetros de radio, espacio no les falta.
En fin, localizamos a Gavin, un chico que conocimos en Byron Bay, por la noche todo organizado para una “aussie barby”, vamos una barbacoa… vale que fue en su casa, con su madre, pero no falto la comida, bebida y conversación, un poco de fresco por la noche… unos 25ºC. ¡Esta gente no sabe lo que tiene!

Al día siguiente, después de perrear un rato, recorremos la ciudad, pequeña, tranquila. Y para merendar nos vamos al barco de este chico a tomarnos unas cervecitas… y surge hacer una paella para cenar, nos estamos volviendo unos auténticos guiris!!!

Días 149 al 158: del 4 al 13 de Mayo

Bueno, al final ha sido de los woofing más largos… casi tres semanas, que pasan desde cuidar el jardín, preparar la tierra para el invierno, talar, mover troncos, hacer castillos y limpiar.

Pero ha habido tiempo para todo… cavar agujero para un canguro, sacar su cuerpo de un estanque y enterrarlo (esa historia es la que Jorge cuenta a todo el mundo, ya que pocos australianos entierran canguros… un privilegio dejado a unos pocos). Aunque creo que tiene más historias cavando el agujero en el fango que enterrando al canguro.

Estos intercambios de culturas llevan a que los padres de Kathie nos llevaran de excursión, que incluye la visita a todas las galerías de arte de la zona ya que la abuela pintaba acuarelas (donde recomendamos a un artista local), una visita a la fabrica de queso de la zona que tiene muestras gratis para probar si llegas temprano… (y nosotros llegamos temprano), visita al café del pueblo para una degustación de “scones”.

Y no podemos dejarnos las visitas a las esplendidas playas de la zona y la puesta de sol en lo alto de la montaña… precioso!!! Esas son las tardes que se me quedan en la memoria cuando pienso en Noosa.

Pero las despedidas llegan tarde o temprano, una a nuestra amiga de Hong Kong (de la que hemos aprendido algunos platos típicos que no se encuentran en los restaurantes, y con la que hemos discutido las diferentes costumbres, que contenta estoy de no haber nacido en HK) y otra nuestros anfritiones… de los que no hay queja ninguna.

martes, 4 de mayo de 2010

Días 141 al 148: del 26 de Abril al 3 de Mayo

Una semanita! la de cosas que pasan en una semana!!!
Estamos en Noosa, bueno, Noosa es la ciudad más grande alrededor, pero estamos en la carretera entre Noosa y Coory (por aquellos que miran Google), estamos en nuestrasegunda experiencia de currantes por la cara, digo por comida...
Estamos en casa de una pareja, ella es maestra, él es funcionario y los tres hijos estan haciendo sus vidas en ciudades más grandes, es la tendencia ¿no? Asi que ellos aprovenchan el bufoneo para que les hagan las tareas domésticas y les cuiden el jardín, como hay una chica de Hong Kong aquí y ella se encarga de la casa a nosotros nos toca el jardín, y como por lo visto hemos traido el buen tiempo con nosotros, tenemos bastante trabajo.
Lo bueno esque estos se van a trabajar todos los días... así que eso de madrugar o meter presión ni hablar... relax!!
Son majos y lo primero que hicieron fue llevarnos a un pequeño tour por la zona, es decir las playas, el parque nacional, las tiendas, parada de bus y los caminos por los que se llega en bici, ellos tienen un par de bicis.
Puestos a pensar y con flexibilidad de horarios, el jueves libre y nos vamos al parque nacional, y disfrutamos de un día de playa, como vamos en bus o en bici?? en bici... pero no tuvimos en cuenta los factores de riesgo: Rosa en bici!!!
Así que el día empezo con calma, cogimos las bicis y 30 minutos después venia Jorge a dejarlas, camino del hospital con la muñeca rota. Es que cuando uno es patoso cualquier excusa es buena.
Era una de esas experiencias que tienes que vivir ¿no? la sanidad en Australia, no es tan diferente de la española, el tiempo de espera es el mismo, jajaja.
Ahora si que nos encontramos con un dilema, ¿si te dan comida y alojamiento a cambio de trabajo, cuando uno no puede trabajar? así que tengo a Jorge currando el doble para poder comer y dormir gratis.
Después de la experiencia, el finde fue de lo más tranquilo, paseos por el río con el perro de la familia, visita al parque nacional donde vimos un koala, pero todo con transporte puerta a puerta. No creo que vuelvan a sugerir paseos en bici...