viernes, 26 de marzo de 2010

Días 107 y 108: 23 y 24 de Marzo

Seguimos vivos y digo bien.

Ayer tuvimos nuestra primera experiencia como autoestopistas… aquí en Nueva Zelanda es algo común, y que la gente no ve como algo descabellado. Al ser un país pequeño todo el mundo es más confiado y menos de una hora tienes a alguien cogiéndote, aunque los que lo soliciten sean dos…
Para los que necesiten ser calmados diremos que todas esas películas en las que te recoge un asesino en serie son ficción, o ¿alguien ha oído alguna vez un caso de alguien cercano? Porque yo solo lo he visto en la tele…
Bueno, que aquí es algo normal y seguro. Incluso la gente de la ciudad te pregunta donde vas, de donde eres y te da consejos sobre el mejor lugar para ponerse para que paren. ¿Os imagináis eso en España?

La primera persona que nos recogió fue un australiano que se acababa de mudar a NZ, y que no iba en nuestra dirección pero que nos acerco como una media hora de trayecto, y que tampoco tenía demasiadas ganas de hablar…
En el cruce que nos dejo tardamos como una hora para que nos recogiera Amy, una kiwi que venía de vuelta a casa, y que ya llevaba a otro chico de camino a Nelson (nuestro siguiente destino). Así que nos toco viajar en la parte de atrás de una furgoneta convertida en cama… sí, viajamos en la cama junto con todas las cosas de ella y las maletas de todos los demás.
Cuando nos indico que Golden Bay era uno de los mejores sitios para ver no lo dudamos “¿te importa si seguimos hasta allí contigo?”. Así que nuestro viaje se alargo unas 2 horas más desde Nelson.
Iba contando leyendas maories, contándonos de ella misma y las razones que la llevaron a mudarse ahí hace unos 4 años, cuando surgió la pregunta “¿os gusta el agua fría?”… “sí, para beber”. Fue cuando nos habló de la costumbre de tirarse en una especie de piscina natural que hay en un río en el parque nacional de Abel Tasman… y si nos hemos bañado en el Lago argentino, y en el Lago Titicaca… pues también incluimos las aguas neozelandesas.
Me gusto la descripción de Jorge, cuando consiguió recuperar el habla, “… son como millones de agujas clavándose en tu piel cuando entras en el agua…”
En tan solo media hora más nos dejaba en Takaka, un sitio con encanto, un pueblecito pequeño, que tiene de todo y en el que todo el mundo te saluda por la calle (no sabemos si es porque nos ven extranjeros o que).
Cómo no, la acampada esa noche la hicimos libre, es un camping en los que no pagas nada, pero en los que el tienes baño (que no ducha…), pero que cubre perfectamente nuestras necesidades. El nuestro se llama “under the bridge”, “debajo del puente”.

Hasta que en mitad de la noche… un viento del carajo, acompañado de lluvia intensa empieza a mover la tienda, de un sitio a otro, literalmente volando… notábamos el techo de la tienda sobre nuestras cabezas… y como las varillas no andan demasiado bien creo que nos hemos pasado la noche rezando porque la tienda se mantuviera en pie por la mañana. Nos sentimos mejor porque nuestra vecina, la chica de la tienda de al lado también ha estado rezando por nosotros, y se ha alegrado bastante de vernos con vida (no más que nosotros).
Pero… no ha habido mañana, son las 2 y algo de la tarde y a pesar de los intentos del sol por salir, ahí unos nubarrones negros que cubren el cielo… todo lo que alcanza la vista.

Si que habíamos planeado quedarnos aquí un par de días, pero solo esperamos que no sean como este. La tienda sigue volando y vuelven las goteras… juiuuu!!! Esto es aventura!!

lunes, 22 de marzo de 2010

Días 102 al 104: 20 al 22 de Febrero

Y por aquí seguimos... después de nuestra estancia en Taupo, nos dirigimos hacia la costa este de la Isla norte, hacia Napier.
Un sitio mágico, es una especie de paraiso, es un sitio tranquilo, con mar, con unos bosques que sorprenden, un clima calentito (incluso demasiado cuando vas cargando con una mochila de 20 kilos a la espalda) y una gente bastante maja.
Probablemente es lo que tienen los sitios pequeños, que la gente todavía se ayuda unos a otros y acercarte con el coche hasta un sitio alejado cuando te ven cargado es algo normal... eso nos gusto.
Volvimos a ir de camping, pero es que los campings de aquí son sorprendentes, son casí de lujo...
Un sábado después de las cinco de la tarde parece una ciudad fantasma, cierran las tiendas del centro (que como en todas las ciudades de NZ, ocupan todo el centro), pero cuando llegas al paseo, que consta de un paseo de cemento bordeando la costa y un caminito dentro de la arena... es maravilloso. Pero... (como todo tiene un pero) el agua del Pacífico esta ultra-congelada.
La ciudad no tiene mucho más atractivo que el disfrutar de la paz del mar, unas playas tirando a virgenes, donde las aglomeraciones escasean, y de donde se pueden divisar los acantilados que forman las costas de alrededor.

Al día siguiente, nos fuimos a disfrutar de un lindo paseo por la playa antes de coger el autobus hacía Wellington. Y disfrutamos de una cervecita al sol, que trajo muchos recuerdos del sol de España...

El viaje a Wellington no se hizo largo, a pesar de las 5 horas que nos llevo, y con la noche cayendo aterrizamos en la capital de NZ.
La noche solo nos pidio descanso, pero por la mañana, bien temprano, salimos en busca de lo que la ciudad, incluso más tranquila que Auckland, tenía para ofrecer.
Nuestra visita al  Parlamento, con la consavida lección de historia y política neozelandesa, ha sido lo más destacado, pues la ciudad no tiene demasiado que ofrecer, un par de museos y un parque temático Zelandia... así que hemos decidido, a pesar del viento, cruzar a la isla sur...
La sorpresa ha llegado cuando 3 horas más tarde hemos encontrado alojamiento de chiripa, es lo que tiene Picton, un pueblo pequeño que lo más excitante que ofrece es el servicio de ferry... pero le da una tranquilidad y una paz al ambiente...
Veremos lo que nos ofrece mañana.

sábado, 20 de marzo de 2010

Días 100 y 101: 18 y 19 de Marzo


Felicitamos a todos los padres y a los San Jose.
Kia Ora (que es la bienvenida en maorí… y se pronuncia según el conductor como “qui ora”, imaginaos que un extranjero os pregunta la hora en un español no muy bueno, pues esa es la pronunciación).
Sorprendentemente el maorí no tenía escritura hasta que llegaron los ingleses a NZ y fue cuando los maories crearon el idioma escrito… e, ignorante de mi, pensaba que el maorí no estaba demasiado extendido en la isla, ya que son la minoría. Pero en la televisión encuentras programas doblados al maorí, noticias en el idioma y demás. Claro que esta región que rodea a los lagos es la de mayor población indígena de NZ.

Esta mañana hemos después de poner en orden nuestros papeles, hemos llegado a Taupo, que es otra pequeña ciudad que queda a los pies del lago… esta vez del lago Taupo.

Más de lo mismo, una pequeña ciudad en la que el área comercial es el centro de la ciudad, las casas residenciales están situadas a los alrededores, y todo esta enfocado al turismo… es decir, hay millones de actividades para hacer, desde trekking (senderismo) hasta sky-diving (que es tirarse de un avión en paracaídas, espero) todo eso pasando por la pesca, cruceros, paseos en kayak, rafting… y un largo etc.

El primer día, lo tomamos de visita, vemos la ciudad y vemos las opciones que hay, así que descartamos las más descabelladas y nos quedamos con las posibles, mañana nos pasearemos a ver las opciones reales de las que hemos visto y decidiremos… tampoco contamos con demasiado tiempo.

Nuestro segundo día, así que vamos en busca de aventura… el valle de la luna (más de lo mismo), las cataratas del río y las aguas termales, lo mejor después del día de senderismo que llevamos.

Maravilloso el paisaje.

viernes, 19 de marzo de 2010

Días 98 y 99: 16 de Marzo

El trayecto entre Auckland y Waitomo ha sido interesante. Aquí todo esta enfocado al turismo, por lo tanto el conductor te va comentando todo, desde el precio medio de las casas en NZ (350.000 dolares neozelandeses, que viene a ser la mitad en euros), las clases de árboles y arbustos que vamos cruzando, como las opciones para llegar a Auckland todas las mañanas... vamos un bus turístico.
El paisaje es espectacular, ya que las cenizas de las erupciones volcánicas hacen de la tierra más fertil de lo habitual, es todo verde y, en la ruta que siguio el autobus, lleno de granjas de vacuno, ovejas y cabras (para lacteos, que la lana no esta dando dinero, también nos indicaron el precio de la lana... un buen tour).

Nuestro destino resulto ser un pueblecito que como única atracción turistica tiene unas cuevas, que nuestro billete llevaba la visita incluida, asi que... visto lo visto, decidimos seguir hasta el siguiente destino: Rotorua. Ah! la cueva un lugar bastante interesante, estalactitas, estalacmitas y unas formaciones que guardan las luz... que en la oscuridad es como un cielo estrellado. La guía nos hizo las bromas que estaban en el guión y hizo al grupo cantar para probar la acustica, nos sonó bien, pero no conociamos la canción... ni siquiera la canción koreana que cantó el siguiente grupo (que sonó de maravilla)

Una ciudad situada a las orillas del lago del mismo nombre que en maori significa "el segundo lago" (roto: lago, rua: dos), y que se caracteriza por el olor a azufre que emana del río... si azufre ese maravilloso olor a huevo podrido.
La ciudad es una preciosa villa, comercial, ya que todo el centro son tiendas, una con otra y agencias de viaje para contratar los diferentes tour que ofrece la zona.
Nos costó encontrar el camping... a las afueras de la ciudad, pero mereció la pena, cocina, sala de estar y baños... casí mejor equipados que mi casa. Esto es vida.

Hoy estamos en Rotorua… la ciudad da poco que hacer si te marea un poco este olor a azufre. Aunque hacemos el esfuerzo y nos acercamos al lago, tiene un color un poco blanco y el olor es insoportable.
Decidimos que una de las cosas que no queremos perdernos es el Valle termal, en el que se encuentra la piscina de lodos, y el valle que tiene como 10 minerales diferentes. Es un valle volcánico en el que se ve la actividad de los ácidos y minerales, es muy impresionante, pero volvemos al problema de los olores, después de 10 minutos allí se te revuelve el estomago y no disfrutas como deberías… pero es lo que hay.

Suficiente de Rotorua…

Día 97: 15 de Marzo

Pues si, conseguimos superar el campamento que habian montado en Chile (que hacía las veces de aeropuerto) y llegar a Nueva Zelanda...
Bien temprano, sobre las 4 de la mañana... con unos cuantos controles por pasar (la suela de los zapatos, la tienda de campaña, y menos mal que no miraron la ropa sucia, si no si que no nos dejan pasar).
Pasamos el día recorriendo Auckland, de cabo a rabo, o bueno, lo que nos apetecía porque después de una noche de vuelo (12 horas) y con el cambio horario (que descontrolo un poco el horario de comidas y de sueño).
La ciudad es muy "inglesa", o por lo menos a nosotros nos recuerda un poco a eso, no solo por la cultura, la disposición, las estructuras pero mucho más tranquila, la gente no tiene ese estres que emana Londres. La gente tiene otro sentido del humor y es más amigable, en seguida preguntaban de donde eras y si podian ayudarte... excepto la de la oficina de turismo, que esa estará un poco harta de extranjeros.
Lo que hay que ver en Auckland son los parques, las estructuras del centro y el puerto, aunque lo que más nos ha impresionado a nosotros es la gran influencia asiática... la mayoria de los restaurantes son asiáticos, mucha de la población también. Pero en el centro de la ciudad no esperes encontrar supermecados de productos occidentales, no, todo chinos (pero bueno, un poco como España). Aunque no es la capital, es una de las ciudades más grandes del país, por lo visto un tercio de los 4 millones de habitantes viven en la región de Auckland.

La ciudad no da para más, asi que mañana nos vamos hacía Waitomo.

sábado, 13 de marzo de 2010

Días 92 al 95: del 10 al 13 de Marzo

Pues tras unas cuantas horas de viaje, para no variar, estamos en Chile...
Con la imagen de un país patas arriba, edificios acordonados, los ecos del terremoto que sufrieron dos semanas atrás, paciencia y con sentido del humor nos adentramos en Santiago de Chile. Con el miedo de las replicas, y la esperanza (o temor) del cambio de gobierno palpable nos pusimos a caminar, sin saber muy bien hacia donde... intentando ver un poco de esta tranquila ciudad. Cuando sin quererlo nos cruzamos con uno de estos personajes que habitan por el mundo... que nos guió y nos protegio durante más de dos horas, nos enseño los entresijos del centro y nos regalo a parte de sus lecciones de la vida y una imperturbable sonrisa, una moneda de 10 pesos a cada uno...  Buena gente por Chile!!!
En estos 3 días que hemos estado por aquí hemos encontrado casí de todo.
Hemos sentido las replicas del terremoto, hemos estado en el cambio de mandato, hemos visto al presidente (que no al principe de Asturias...), hemos estado en La Piojera, en La Vega Chica, en el Mercado Central y como no... hemos pasado un día entre Valparaiso y Viña del Mar...

Me encanta Chile!! Chi chi Le le, Viva Chile!! (que es lo que se chilla por aquí en los actos oficiales).
Y después de confirmar el vuelo de esta tarde hacia Nueva Zelanda, nos hemos ido al mercado y hemos gastado el equivalente a 9 euros en 4 kilos de marisco de los que vamos a dar cuenta para despedir nuestra estancia en Sudamérica....
Una nueva etapa comienza. Ah!!! salimos esta noche y llegaremos el 15 de Marzo, bien temprano, así que no os preocupeis que todo va estupendamente.


FUERZA CHILE.

Días 85 al 91: del 3 al 9 de Marzo

De nuevo en Argentina, así que volvemos a los largos viajes de autobus, con un excelente servicio, eso si. Pero hemos vuelto a pasar algunos de los días en buses o lo que es peor, en estaciones de autobus (es lo que tiene el turismo indispuesto, que el baño tiene que andar cerca).
Resumiendo: de La Quiaca a Jujuy, de Jujuy a Tucumán  y de ahí después de una agitada espera a Buenos Aires.... ufff!! y llegamos.
El recivimiento fue de lo mejor y la estancia no fue tanto lo que vimos de nuevo, que también lo hubo, como la compañia. De verdad chicos os portasteis de maravilla con nosotros!!!
Estuvimos en el barrio de Quilmes, que es dónde se encuentra la fabrica cervecera, de la cerveza más famosa de Argentina (que lleva el mismo nombre)... dimos buena cuenta de ella.
Paseamos por el río de la Plata, a la altura de Quilmes y llegamos (no andando) hasta Puerto Madero, y nos quedo pendiente la reserva natural que hay por allí. Pero prometimos volver asi que no hay drama.
Comimos estupendamente, para recuperarnos un  poco... jajaja.
Y toco viajar a Chile... un paseo, nada que no se pueda hacer con unas horas por delante.
Hasta pronto Buenos Aires y todo halagos para la gente que esta por allí.

Días 83 y 84: 1 y 2 de Marzo

Después de nuestra experiencia en Uyuni nos dispusimos, dada la mala información con la que contabamos de Chile, a acompañar a los argentinos en su camino a la frontera...
Por la noche cogimos un bus con destino a Tupiza, donde nos quedariamos con la pareja argentina, y la otra chica seguía camino a Buenos Aires (que esperamos que llegará...).
A Tupiza llegamos a eso de las 4 de la mañana, pero con unos buenos negociantes se consigue un buen precio para pasar lo que queda de noche... y con el mismo arte se consigue derecho a cocina.
Tupiza es una ciudad tranquila en la que se puede disfrutar de unas buenas caminatas por la montaña, para ver parajes escondidos, a los que se accede bien a pie o bien a caballo... yo me niego a pasarme 3 horas a lomos de un caballo asi que "pies para que os quiero"...
Cruzamos las puertas del Inca, que son construcciones rocosas y vimos más captus de los que nos imaginamos en Uyuni y que no pudimos ver por la lluvia.
Lo más destacado del día, la tortilla de patatas que nos cenamos, comer bien es un lujo en algunos sitios.
Pero...¡Viva Tupiza carajo, aunque no haya trabajo!!! que era el grito de los mitines políticos de los que disfrutamos en nuestra estancia... nos falto ver a Evo.
Martes, ni te cases ni te embarques, dice el refrán... teniamos que coger un bus para cruzar la frontera ya que los argentinos tenían que coger un vuelo al día siguiente. Con esto de las lluvias uno de los puentes que unía  Tupiza y Villazón se había derrumbado y solo una empresa hacía el trayecto. Unas 3 horas que se convirtieron en 5 porque no se contaba con los trabajos de mantenimiento o mejora de las carretera que se estaba llevando a cabo en ese mismo tramo.
Llegamos a cruzar la frontera y a conseguir boletos para viajar... habíamos decidido pasar el tiempo que teníamos en Buenos Aires... nos ofrecian alojamiento y la posibilidad de cocinar!!!

 

Día 82: 28 de Febrero

EL SALAR DE UYUNI

Un lugar único, aunque llegaramos en la epoca de lluvias, que no había posibilidad de ver la Isla del Pescado o adentrarse más alla del hotel de sal...
El día amaneció bastante caluroso, pero conforme esperabamos a que llegara el 4x4 se iba tornando gris el cielo... menuda sorpresa! teniendo en cuenta los últimos días... pero bueno, dicen que con agua el salar refleja el cielo y parece que andes por las nubes.
La primera visita fue al cementerio de trenes... con la lluvia que caía para ese momento, con las goteras del coche, y la poca gracia del sitio no nos llevo más de 5 minutos la visita. Creo que con sol hubiese sido mucho más provechoso.
El camino hacia el salar no animaba demasiado, y menos cuando el conductor (que no dejaba de mascar coca) dudaba a la hora de cruzar por algunos tramos del camino secundario, porque el principal estaba un poco malo.
Cuando pasando de largo por el museo de sal nos dirigimos al salar... nos encontramos con un mar, estaba todo lleno de agua, y por supuesto no entrabas si no llevabas otro coche delante... Por lo visto no todo el mundo se atreve a adentrarse en el salar sin otro coche, ya que al ser todo tan igual no es la primera vez que la gente se pierde allí adentro. Según nuestro guía las brujulas y los GPS se estropean cuando se entra al salar y sólo unos pocos son los que se guían por las montañas de alrededor (si no te toca un día nublado como el nuestro imagino).
Al final de mucha aventura y unas buenas risas, desembarcamos en el hotel de sal, y tras unas cuantas poses nos sentamos a degustar la comida que nuestra anfritiona nos había preparado (que incluia unos filetes de llama, que parecian más ternera que llama...).
Para nuestro deleite salío el sol mientras comiamos y disfrutamos de la experiencia de caminar por las nubes durante un rato... puede que no nos ducharamos en días pero eso no nos lo quita nadie (y no me refiero a la roña, ni a la sal).






Días 77 al 81: 23 al 27 de Febrero

Podemos decir que estamos de vuelta de todo.
Después de nuestra estancia en la Isla del Sol nos volvimos a Copacabana, con ilusión, con ganas y una falta de descanso indescriptibles... asi que nos dedicamos a visitar el santuario de la Virgen, más de las rutas a las montañas de al lado... buena comida, algunos partidos de futbol, dormir mucho y conocer gente.
El viernes emprendimos la marcha hacía La Paz, claro que hubo algunos percances, como que no contabamos con las goteras del autobus (aunque las de la barca de unos días atrás nos dió tablas para lidiar con ellas.... eso y los cubanos de al lado que también tenian, jajaja).
De todas formas, he de decir que estos viajes en autobus de 7 u 8 horas no son nada... pero deberian pensar en cambiar los aparatos que son inhumanos.
En La Paz teniamos que buscar alguna manera de llegar a Uyuni, y resulta que no encontramos mejor manera de llegar que pasando por Potosí... una vueltecilla por la zona pija de La Paz (en la que no me importaría vivir...) donde las faldas de terciopelo, las trenzas y los bombines no se ven, cambiadas por una indumentaria mucho más europea de trajes de vestir y vaqueros, con niños de papa que se apiñan para entrar al cine y los iphone estan tan a la orden del día como en cualquier capital europea... es la parte de La Paz que más te sorprende (aunque, incluso de traje, los hombres siguen teniendo la costumbre de sacarsela y mear en plena calle...).
He de decir que el bus que nos llevo a Potosi era parecido a los argentinos... es decir, dormible.
A eso de las 5 de la mañana llegamos a la lluviosa ciudad de Potosí... y bueno, tan solo tuvimos que esperar unas 3 horas a que abrieran las agencias de viaje que te llevaban hacía Uyuni (en este país si son las ocho menos cuarto todos te dicen que abrirá a las 8... pero ellos abren cuando les sale de las narices, para eso es su negocio ¿no?), menos mal que a eso de las 6 llegaron tres argentinos a esperar lo mismo  y "mal de muchos, consuelo de tontos".
La espera nos unió de alguna de las maneras... pero los acontecimientos nos hicieron casi familia. 
Hacinados en aquel bus, y con las advertencias del camino nos embarcamos, a eso de las 3 horas de viaje paramos ya que las lluvias de los últimos días habían desprendido el camino... el agua que bajaba de las montañas, y la caravana de coches que se apiñaban a ambos lados del camino predecian una larga noche a la intenperie... con las ganas de llegar que había!!!
Pero si mirais en los videos vereis que cruzamos...como los buenos!!!!
Así que llegamos a Uyuni a tiempo, con animos renovados y con 3 miembros más en la familia.  Buen comienzo.

jueves, 11 de marzo de 2010

Dias 75 y 76: 21y 22 de Febrero

El viaje hacía la Isla del Sol fue un poco húmedo, eso de que las barcas tengan goteras no lo teniamos previsto, por lo menos por el momento.
Contentos de que no nos adentraramos en el lado sur (ya que lo primero que te encontrabas era lo que se llamaba la Escalera del Inca, que se ve que solo los incas lo subian del tirón). Claro que desde allí habría unas vistas estupendas, me hago a la idea.
Llegamos a la parte norte o también llamada Challapampa, con las miras puestas en las playas que nos habían contado... no nos esperabamos la afluencia de tiendas de campaña, gente y animales que se daban cabida en ellas, casi como Puerto Madryn pero con animales más de estar por casa, burros, gallinas, cerdos, en fin lo normal. Creo que habreis mirado las fotos de la Isla del Sol...
Después de encontrar un sitio medio decente para dormir nos dimos un baño de sol a la orilla de esas playas y un paseito hasta la parte del camino que estaba controlada por un ciudadano de Challapampa, y que cobraba la entrada a las ruinas que se hallan en esa parte de la isla. Como ya era un poco tarde decidimos dejarlo para mañana, y exploramos la otra parte de la isla... esa poblada por eucaliptos.
Otro día, una mañana horrible para caminar, pero teniamos que visitar las ruinas... nos levantamos temprano, pero no lo suficiente, porque el guardian de la puerta que hay en el camino a las ruinas llego dos minutos antes que nosotros para cobrarnos la consabida entrada, en fin, como el madrugar no es nuestro fuerte.
La lluvia que nos negaban los locales llego en plena subida, pero encontramos un  techo de uralita donde resguardarnos... por suerte. Dura subida y estabamos en las ruinas, donde el laberinto es lo más destacado, y bueno la típica foto de la mesa de ceremonias...
Como el cielo se despejo lo suficiente y nuestras fuerzas estaban a pleno rendimiento... ¿por qué no seguimos hasta la parte sur? en fin... si no fuese por la disputa de Challapampa con la población de Challa (que viene a ser como un Villaarriba- Villaabajo) y no hubiese habido un ciudadano de Challa en mitad del camino cobrando la entrada a la Senda del Inca (que es el camino que te lleva a la parte sur) y de la que nadie te ha dicho nada, ni han oido hablar.... hubiesemos llegado.
Cualquier excusa es buena para no tener que seguir andando, jajaja.
Tarde de descanso, disfrutando del aroma a caca de vaca, escuchando el rebuzno de los asnos y perdiendo la vista en el inmenso lago... esto es vida.